De esas cenizas, fénix nuevo espera;

Mas con tus labios quedn vergonzosos
(que no compiten flores a rubíes)
y pálidos, después, de temerosos.

Y cuando con relámpagos te ríes,
de púrpura, cobardes, si ambiciosos,
marchitan sus blasones carmesíes.


Francisco de Quevedo


domingo, 2 de noviembre de 2014

XV - Estrofa descartada



Sé que puedo hablarte del fuego,
de cómo crecen los árboles,
de cómo le puedes hacer para mirar bien las estrellas
y navegar el mundo en las noches de lluvia.
Puedo decirte qué es el mar
y qué hay al fondo de tus ojos negros;
seguir la línea de tu cabello
y ver si llega hasta hacerse de noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario